Genoveva Huerta no tiene miedo de decirlo: mantener el mismo grupo en la dirigencia del PAN es seguir en un camino sin resultados. Es tiempo de un cambio radical, de inyectar nueva energía y de hacer el trabajo que realmente necesita el partido. Huerta tiene claro que la única forma de darle un giro al PAN es con liderazgo fuerte y experiencia comprobada, algo que ella está lista para ofrecer.
“Ya levanté la mano, pero esto no es solo cuestión de ambición personal; necesitamos un verdadero acto de generosidad de todos los que aspiran a liderar. Yo pongo mi experiencia y resultados sobre la mesa”, afirmó.
Huerta no se anda con rodeos: los panistas deben tener la libertad de elegir a su líder a través de una elección abierta, sin trabas ni agendas ocultas, para asegurar que el PAN salga fortalecido en los próximos tres años.
